Hay una nueva forma de hacer "citas" que muchos utilizan últimamente. Podríamos llamarle "El método de vamos a terminar antes de comenzar" y se ha esparcido bastante rápido. Surge principalmente de una cultura que basa sus citas en los medios sociales como Facebook o Tinder y se ha convertido en algo tan popular como otras formas más antiguas de relacionarse.
Conocemos gente nueva demasiado rápido y la desechamos de la misma forma. Damos nuestros números de inmediato e igual de rápido nos arrepentimos. Constantemente establecemos contacto y luego lo cancelamos.
En verdad, es completamente diferente a lo que esperaríamos de cualquier relación adulta que tuviéramos en mente donde la forma lógica de proceder podría ser la siguiente: "Intercambiar números, acordar una cita, tener esa cita y luego ir a casa, tener otra cita, tener varias citas más y entonces iniciar una relación o despedirse."
Algo muy simple. Ahora, sin embargo, las cosas van un poco menos lineales y un poco más cíclicas: "Intercambiar números, acordar una cita, cancelar la cita, o quizás: No intercambiar números, conocerse en alguna red social, tener sexo, intercambiar números, nunca llamar".
Porque ¿qué importa una cita cancelada (o nunca planear una) cuando te esperan muchas otras por venir?
Pero ¿vendrán? ¿con qué frecuencia suceden? Comienzo a creer que el simple hecho de dar nuestros números a un ritmo sin precedentes, la posibilidad de que nos alejemos antes de que algo se parezca remotamente a una cita o a cualquier tipo de encuentro donde alguien pudiera salir lastimado es mucho mayor.
¿Pero por qué? ¿De dónde viene esta tendencia a alejarse? ¿Cuándo nos convertimos en una generación sin ganas de seguir adelante?
¿Cuándo comenzamos a renunciar a mitad del camino y a preferir ir a casa en lugar de ver lo que pudiera estar esperándonos al otro lado? ¿Cuándo decidimos dejar de jugar y sentarnos a mirar desde la banca?
Creo que fué en algún momento entre la escuela y la vida real, nos hirieron algunas veces, y en algún punto del camino nos volvimos menos audaces, menos confiados y más cobardes.
En algún momento decidimos que era más fácil alejar a las personas que darles una oportunidad.
Tienes miedo
Es más fácil dormir por las noches sabiendo que tú rechazaste a alguien en lugar de que alguien te rechazó a tí. Es más fácil decir que tú fuiste quien terminó todo. Es más fácil herir a alguien antes de que esa persona tenga la oportunidad de herirte a tí.
Pero ¿es mejor estar solo y perder las oportunidades o es mejor arriesgarse a un poco de dolor? Porque estar solo es apenas uno de los posibles resultados de iniciar algo con alguien, pero alejar a las personas te asegura que estarás solo cada vez.
¿Y qué pretextos utilizas?
No es el momento adecuado
Pero ¿cuándo es el momento adecuado para acercarte a alguien? ¿Cuándo es el momento ideal para comenzar una relación?... la respuesta es ¡nunca!, nunca es el momento adecuado para enamorarse de alguien.
Simplemente pasa o no pasa. Y no va a ser hasta que estés financieramente listo o emocionalmente estable. No va a ser hasta que decidas que es el momento o cuando todo esté en orden. Pasará cuando no estés listo, pasará cuando tu vida sea un caos y tú seas todo un desorden.
Y pasará en el momento justo, incluso si no te das cuenta.
Es demasiado bueno/a para mí
Asumir que alguien es demasiado bueno para tí es como sacarte el corazón y ofrecerlo en bandeja de plata. ¿Por qué demonios harías eso? ¿Por qué darle a alguien todo el poder?
Todo mundo es igual, especialmente cuando se enamoran. Sólo por el hecho de que ella o él sea la persona mejor parecida con la que hayas salido o que conoces no significa que merezca tu miedo.
Alejar a las personas porque tienes miedo a que te pasen por encima y te pisoteen es como retirarte de la guerra antes de que comience.
Soy demasiado bueno/a para él/ella
Las opiniones de los demás sobre nosotros ha cobrado demasiada importancia en esta nueva cultura de relaciones que hemos creado. Tenemos sexo en secreto, relaciones en secreto y rompimientos en secreto porque creemos que es mejor así.
Pero cuando algo real surge no se puede o no debería actuarse así porque no es posible ni lógico. Si esa persona te hace sentir bien, o sientes que podría hacerte sentir bien, entonces ¿cómo es posible que esa no sea la mejor persona que conoces?
Tú nunca eres mejor que nadie, y pretender que lo eres te coloca en una categoría donde siempre estarás tú solo.
Tiene un detalle (que no podemos pasar por alto)
Puede ser algo insignificante o menos que importante, pero nos gusta encontrar cosas que nos den una razón para alejarnos.
Porque todos nos la pasamos buscando a alguien perfecto... y eso no existe.